A propósito del 1º de mayo: La violencia del trabajo infantil
Según estudios de la UNICEF sobre el trabajo infantil, entre 70 y 250 millones de niños trabajan en el mundo. La mayoría lo hace bajo formas de esclavitud tradicional, otros laboran en plantaciones agrícolas y fábricas recibiendo salarios que incluso pueden representar menos de 1/5 de lo que recibe un adulto.
Las cifras duelen el alma: en América Latina uno de cada cinco niños entre los 5 y los 14 años, ´debe´ trabajar; en África y Asia los fríos números son aún peores; uno de cada tres y, uno de cada dos niños trabaja, respectivamente, bajo formas de esclavitud y explotación sin límites.
El modelo necesita de este ´ejército de pequeños´ para aumentar sus ganancias y utilidades. La mano de obra infantil es ´más barata´ y ´sumisa´: la inmensa mayoría de los niños desconoce sus derechos y, para los empresarios locales y grandes multinacionales, es más ´fácil´ explotarlos.
En América Latina trabajan unos 18 millones de niños ´por menos de un dólar al día´: en la agricultura, las minas, el comercio ambulante, la pesca, la prostitución, las labores domésticas, etcétera; muchos, con la connivencia de sus propios padres, la tranquilidad de empresarios y la indiferencia de gobiernos y políticos.
Las autoridades deben resolver esta situación y ayudar a estos niños que se encuentran a la deriva de quien proteja sus derechos, ya que muchas veces nisiquiera sus propios padres lo hacen, el hecho es que estas cifras son una realidad alarmante.