¿Cómo puede la enseñanza mejorar la salud de las niñas y posteriormente cuando son madres?
La enseñanza de los niños –en especial de las niñas– es el objetivo que surte el mayor efecto sobre la erradicación de la pobreza.
Los estudios muestran que un año adicional de escolaridad secundaria para las niñas puede aumentar su salario en el futuro en 10% a 20%.
El Banco Mundial ha puesto esta materia en primer plano en su misión de lucha contra la pobreza desde 1962 y es el principal financista externo del sector en el mundo en desarrollo.
Una niña que termina el quinto grado tiene más probabilidades de:
casarse a una edad más tardía.
tener menos hijos.
no infectarse con VIH/SIDA.
encontrar empleo en el futuro.
buscar atención médica.
votar en su comunidad.
tener acceso a crédito.
Las mujeres con cierta educación formal tienen más probabilidades de buscar atención médica durante el embarazo, asegurarse que sus hijos sean vacunados, estar mejor informadas acerca de los requerimientos nutricionales de los niños y adoptar mejores prácticas de saneamiento. Como consecuencia, sus hijos muestran tasas de supervivencia más altas y tienden a ser más sanos y estar mejor nutridos.